EVITA Y EL CHE

EVITA Y EL CHE

Los mejores sueños son los que se cumplen

Revolución y Pensamiento: Dos personajes que hicieron Historia.

EVITA: Ninguna mujer, en la historia argentina y en tan pocos años, partió desde tan abajo y llegó hasta la cumbre del poder absoluto. Por eso Eva Duarte es más que una protagonista: es leyenda, drama y mito. Su muerte a los 32 años, de cáncer, la elevaron al Parnaso de las grandes quimeras.

EL CHE: Todo quedó atrás. En octubre de 1967, cuando lo mataron en Bolivia, se clausuraron las polémicas sobre sus errores estratégicos, sus fracasos militares y su ideología. Su vida, su lucha y su muerte fueron, son y serán leyenda y mito.

El mundo y el siglo lo decidieron así. Y es un juicio inapelable. Fueron libros, ópera, películas. No podía ser de otra manera, tuvieron el poder, y los idolatraron millones.

Categoría de leyenda primero y de mito después.

Un encuentro del más allá, una relación inexistente. Una espera.

Dialogan, discuten, tienen conversaciones que traen memorias y surgen las historias insoslayables, los relatos vertiginosos y convulsos años que traen consigo un profundo sentimiento de nostalgia y frustración.

Son espíritus rebeldes, grandes militantes de la resistencia, ambos sufrieron los estragos del despotismo, de la dictadura, la marca del terrorismo; su diálogo formara un desencadenante de  intercambio de enfoques, vivencias, sucesos que traerá momentos de aspereza y atracción.

La espera al borde de la muerte, Fidel Castro  se encuentra en grave estado. La intranquilidad, idas y vueltas del Che por la salud del militar revolucionario cubano, hace que Evita se exaspere, siendo que ella demuestra que fácilmente pierde la paciencia.

Ambos se enfrentan con furia a sus enemigos, y traen al encuentro varios nombres y apellidos, otros, forman parte de sus afectos y reconstruyen momentos que los conecta con sus buenos recuerdos y seres queridos.

Mientras tanto, escuchan los partes médicos, y el acercamiento entre ellos se empieza a producir, porque son más las semejanzas que las diferencias.

Combatidos o venerados incondicionalmente, Evita y el Che Guevara son los dos grandes mitos políticos de la Argentina del siglo XX. Encarnaron el ideal de justicia social en un territorio dramáticamente postergado. El misterio que rodeó ciertos aspectos de sus vidas y sus muertes fue alimentando la leyenda y, una vez apropiados por la maquinaria cultural, se convirtieron en objetos de consumo. En tanto personajes míticos, han sido rodeados de virtudes excepcionales —reales o novelescas— que los dotaron de una dimensión sobrehumana. Lograron canalizar fantasías colectivas, y el amor y el odio que encendieron los han convertido en únicos. El mito sostiene la llama de dos almas devenidas en leyendas de pasión.

Apóstoles de la rebeldía, jóvenes y carismáticos, dueños de un romanticismo épico y heroico, de una presencia corporal deslumbrante y una pasión inquebrantable, Evita y el Che encarnan el ideal de justicia social en una nación —y, más aún, un continente— que conoce la opresión y la desidia del poder político hegemónico y de su clase dirigente.

Una obra que te muestra lo expuesto y mucho más.

Maravillosas actuaciones, la identificación de los artistas con estos mitos es excelente.

El texto va dejando un cúmulo de elementos que hacen de esta obra una interesante recomendación. Reúne muchas características de calidad: la puesta en escena, la dirección, la música.