EL LIBERTADOR

"El Libertador"

Marisé Monteiro

"Seamos libres, lo demás no importa nada."

Gral. Don José de San Martín

Dentro del marco del ciclo "Verano en la ciudad" organizado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se presenta este musical histórico, una de las dos piezas que forman parte de "Teatro en las plazas", en su sexta edición, creación de Marisé Monteiro, la cita es en las plazas de las ciudad con entrada libre y gratuita. El debut fue el miércoles 22 de Enero en la plaza Aristóbulo del Valle, Marcos Sastre y Cuenca, Villa del Parque.

El relato comienza en Mayo de 1880, cuando llegan al puerto de Buenos Aires los restos del Gral San Martín. Allí conoceremos a Pedro Burgos (Darío Lopilato), un hombre anciano quien nos irá relatando anécdotas de la vida del General a quien conocía muy bien ya que su madre lo habia puesto a su servicio a la edad de quince años. San Martín (Lautaro Metral) lo recibe y lo deriva bajo el mando del Teniente Correa (Christian Alladio). Correa toma a Burgos bajo su ala y a pedido de Burgos le cuenta historias del General y de la jóven patria que se van recreando sobre el escenario, asi conoceremos de la amistad del Gral con Alvear (Joaquin Stringa), de su presentacion en la sociedad de una Santa María de los Buenos Aires que recién daba sus primeros pasos, de como conoce a Remedios de Escalada (Carla Liguori) y de su magnífica y gloriosa gesta militar, de sus batallas ganadas, de las perdidas y del encuentro histórico con Manuel Belgrano (Marcelo Rosa) cuando se le encarga tomar el mando del Ejército del Norte, el cruce de los Andes, la entrevista con Simón Bolivar (Gonzalo Berón Muñoz) donde le cede su ejército y la meta de liberar Perú.. Los relatos de Correa serán el hilo conductor de este musical que nos mostrará algunas batallas como San Lorenzo y nos contará de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, un maravilloso recorrido por nuestra historia. A lo largo de los sesenta minutos que dura la puesta se vivirán momentos de mucha emotividad, otros desopilantes y otros de profunda reflexion, es una dramaturgia completa que tiene un poquito de todo, como en botica.

La puesta y direccion de Nacho Medina, no deja nada librado al azar. Si bien no cuentan con el respaldo de una sala teatral, el diseño de luces y sonido está cuidado al extremo. Apoyada en un sistema de proyecciones multimedia que sirve de fondo de escenografía, nos ayuda a ubicarnos perfectamente tanto en el salón de una casa de rancio abolengo, como en el convento de San Lorenzo o en los propios Andes nevados. La pragmática escenografia (Paula Picciani) resuelta con unas tarimas de madera de diferentes formas y con ruedas que según la manera que se las ubique se convierten en mesa y sillas, puertas, puentes de entrenamiento militar, etc. El vestuario es formidable, una ajustadisima reproducción histórica de los uniformes militares y de la ropa de época. El nivel actoral es muy elevado, no podemos olvidar que es un musical por ende el elenco no solo debe actuar sino también cantar en vivo, lo cual es una doble exigencia pero en todos los casos ambas acciones han sido resueltas con el máximo profesionalismo, quizá el que menos potencia tenga a la hora de cantar sea el mismo Lopilato pero el público le perdona todo ya que reconoce en ese carismático adolescente y futuro soldado al Coqui Argento que tarde tras tarde lo entretiene desde la tv y eso lo exime de todo análisis.

Definitivamente es una obra que hay que ver por varios motivos: es una excelente recreación histórica de la vida de un prócer muy caro al sentimiento argentino, es ideal para ver con hijos en edad escolar, todo aquello que entra por la vista y recreado es mucho más dificil de olvidar que aquella lección que los obligamos a leer desde un libro de historia. Artísticamente no hay nada improvisado, es una producción cuidada desde donde se la vea y por si esto fuera poco la entrada es libre, gratuita y al aire libre. A plaza llena disfruté de una magnífica función. No hay excusa para no verla.

Calificacion: ¡Altamente recomendable!