STEFANO

“Empecé a escribir porque me aturdía más el drama ajeno que el mío” Armando Discépolo

STEFANO

De Armando Discépolo. Dirección: Osmar Nuñez

La Argentina de los años 20 nos habla de importantes cambios en relación a la participación ciudadana, a la democratización social y la difusión de la enseñanza universitaria. En el período también hubo conflictos sociales por las malas condiciones de vida de los trabajadores. En lo cultural, ofrecían una nueva perspectiva a intelectuales, escritores y a artistas tanto nuestros como europeos. Dentro de este contexto, en 1928 se estrena Stéfano de Armando Discépolo, un grotesco criollo descriptivo de nuestros sentimientos y desilusiones en un ámbito costumbrista.

La trama cuenta que Stefano (Norberto Gonzalo), decide radicarse en nuestro país para lograr sus sueños, componer una ópera, y convertirse en millonario. Arrastra con él a toda su familia que aunque no están de acuerdo lo siguen, y, por ello, el dolor más fuerte para Stefano, es el pensamiento que tienen todos después de que se dan cuenta que no se está concretando todo lo que él había soñado.

Esta obra, con la dirección de Osmar Nuñez, tiene tres valores que sobresalen: la conmovedora temática que trata, tan contemporánea a pesar de los años; los artistas de calidad que la interpretan; la enorme emotividad que emana del escenario propia de grandes profesionales de la actuación que le ponen su virtuosa impronta a un tema de por si fuerte pero que todo el elenco hace que nos llegue sutilmente a las fibras más íntimas y se quede adentro nuestro. Stefano y su familia, es un grupo contradictorio, es una familia que somatiza, donde siempre están mal apareciendo los fantasmas internos de cada uno de ellos, en donde la proyección de culpas es mutua y donde las frustraciones se vuelven miedo y dolor inevitable.

Elena Petragila (Marìa Rosa), como la madre de Stéfano nos enternece y conmueve desde el comienzo, una actriz de raza en potencia; Jorge Paccini ( Don Alfonso), el padre de Stéfano, con sus ironías y ese humor negro que le nace tan naturalmente hace que lo admiremos cada vez más, una genialidad. Ñeca (Paloma Santos), hija del músico, nos da esa dualidad de lastima con exageración que sucede a menudo. Muy bueno su trabajo. Patricio Gonzalo (Radamès), el hijo del medio, nos retrata a la perfección alguien que parece que no está en sus cabales pero que cuando habla muchas veces dice la verdad... Gran labor de Patricio. Lucas Soriano (Esteban), el hijo mayor, es quien con su estampa de abandono y soledad, se dirige a su padre y le habla como nunca. Emocionante actuación. Marìa Nydia Ursi Ducó (Margarita), es la esposa sufrida, el padecimiento y la figura de este personaje nos estremece. Magnifica realización. Pablo Mariuzzi (Pastore), primero nos golpea luego nos sorprende, por último, nos sensibiliza. Excelente Pablo. Norberto Gonzalo (Stefano), que decir, no alcanza las palabras para detallar el desenvolvimiento de este excelente actor que nos impresiona, que nos hace vibrar, que nos lleva a ver su alma en esos instantes de enérgica interpretación. Es impecable su desempeño, el arte lo lleva dentro de su ser y se nota. Y su director, Osmar Nuñez, (también un excelente actor) es el encargado de hacer florecer en cada función a este ramillete de excelsos actores y actrices para que salgamos llenos de admiración por la teatralidad expuesta; su capacidad logra esto y mucho más, y nosotros muy agradecidos.

Es una puesta en escena muy completa, óptimos actores, un argumento movilizante, una escenografía muy bien lograda y un vestuario ideal de acuerdo al tiempo que corre. La sinergia del pujante equipo técnico artístico, hacen que Stefano sea una gran propuesta teatral que no se puede dejar de ver.

¡MÁXIMA RECOMENDACIÓN!

Redactora: Estela Gómez

22/10/2022

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Autoría: Armando Discépolo

Actúan: Norberto Gonzalo, Patricio Gonzalo, Pablo Mariuzzi, Jorge Paccini, Elena Petraglia, Paloma Santos, Lucas Soriano, Maria Nydia Ursi-Ducó

Diseño de vestuario: Alejandro Mateo

Diseño de escenografía: Alejandro Mateo

Diseño de luces: Cristina Lahet

Realización escenográfica: Salvador Aleo, Marina Gonzalez, Norma Rolandi

Fotografía: Ana Maria Ferrari

Diseño gráfico: Leandro Correa